EDITORIAL MARZO 2012. LA AZAROSA VIDA DE LA DOMA VAQUERA
“Nació la doma vaquera en la baja Andalucía, en un cortijo donde se criaba el ganado bravo, nieta de mayoral e hija de militar de rango quien tras cumplir con sus deberes con la patria, regresó a la casa con conocimientos sobre la doma de los caballos. Entre la dehesa y la marisma junto a las vacas se crió la doma vaquera, con un carácter alegre pero recio, capaz de someter a los caballos y no importunar a los astados, pero con mando. Midió el tiempo en su infancia al compás del paso de un caballo vaquero, entre medias en la cara del toro, arreónes para ir a buscar algún becerro y costados para abrir cancillas. Tras una infancia en el campo le llegó la juventud y salió de la finca para ir a la feria y a la romería, donde los jinetes comenzaron a mostrarla por las pistas. Conforme con el desarrollo de su edad se volvió más fina y grácil, aprendió modales. En las pistas lució, como una bailaora , vueltas sobre las piernas y parones. Recibió aplausos y vítores que la halagaron, pero a cam...